Los polacos de Bloober Team ya son claros expertos en el género y nos traen The Medium, una aventura de terror psicológico que viene levantando hype por sus similitudes con Silent Hill.
The Medium comienza cuando Marianne tiene que despedir a su fallecido tutor, la única persona que entendió sus poderes como un don y no como una maldición. Es uno de los días más tristes de su vida y la cosa se pone todavía peor cuando recibe un llamado misterioso de un hombre que dice conocerla y tener todas las respuestas sobre sus visiones y sus pesadillas.
El punto fuerte de The Medium es la dualidad mundo terrenal / mundo espiritual. Marianne puede moverse por ambos. Y si bien está muy vista la idea de presentar un “otro mundo” paralelo, más oscuro y aterrador –teléfono para Silent Hill–, lo novedoso en esta aventura de Bloober está en que exploramos ambos mundos a la vez. ¿Cómo? La pantalla se divide en dos y nos deja recorrer en simultaneo la realidad que conocemos y la de pesadilla. La Marianne del mundo espiritual tiene la capacidad de absorber energía de las almas y usarlas a su favor como una descarga de energía –que activa mecanismos y ahuyenta enemigos– o como un escudo protector. Teniendo esto en cuenta, el núcleo del gameplay en The Medium es explorar y resolver puzles que, generalmente, consisten en pasar de una realidad a otra hasta que encontramos la forma de abrirnos camino al objetivo.
La historia principal se ve diluida por objetivos que se sienten demasiado secundarios y hasta parecen tener el único propósito de estirar la experiencia. El nivel de calidad es irregular. Hay todo un trecho en el que vamos pasando de un mundo al otro a través de unos espejos que brilla en cuanto a diseño de niveles, pero que no dice nada en cuanto a historia. Tampoco logré conectar con Marianne como pensé que iba a hacerlo al principio del juego. El personaje pierde fuerza a medida que el foco de la historia pasa a ser la investigación y no se centra en su pasado y sus problemas personales. Y me queda mencionar que The Medium no tiene combate.
Otro de los poderes de Marianne será levantar un escudo psíquico que la protegerá de ataques de determinados enemigos o lanzar una carga detonante psíquica para activar diversos dispositivos. Sin embargo, estos poderes requerirán de recargarse en determinadas fuentes para poder usarse y siempre de forma limitada. Otro poder, como buena psíquica que es, es poder sentir cosas, como objetos ocultos al ojo humano o escuchar momentos importantes de algunos objetos que han sufrido de una intensa emoción. Por supuesto, no faltará el botón de correr y de acción, pudiendo usarse para abrir puertas o interactuar con el escenario. En determinadas situaciones, habrá también momentos de infiltración donde podremos ponernos de cuclillas, pasando a modo sigilo e intentar no ser vistos por el enemigo.
De hecho, es otro de los tantos juegos de terror con monstruos que te persiguen y secuencias de sigilo mal diseñadas. Prueba y error. Nada más. En el mundo de pesadilla, si tenemos cargado el brazo de Marianne –que, como les dije, se consigue absorbiendo energía de fuentes visibles en el escenario–, tendremos la oportunidad de soltarnos del agarre del monstruo. De lo contrario, los enemigos nos matan de un golpe. Este tipo de enfrentamientos son tediosos, más si estamos hablando de un juego con cámaras fijas que a veces nos juegan en contra para entender para que lado ir si tenemos a un enemigo pisándonos los talones en un pasillo.
No podemos acabar este análisis sin mencionar que el juego se ha adaptado para el mando DualSense, mejorando notablemente la inmersión en el juego. Notaremos resistencia a la hora de usar los gatillos en diferentes acciones, como por ejemplo, correr o escuchar los ecos pasados de objetos a través del altavoz del mando, dejando un efecto final bastante chulo a decir verdad. También podremos rotar los objetos no solo con los sticks del mando, sino haciendo uso del giroscopio propio del Duansense, algo poco práctico y puede que incómodo, pero que sirve para sacar hacer uso de todas las funciones que puede dar de sí este mando.
En definitiva, nos encontramos ante una aventura de terror moderna, con todo lo bueno y lo malo que eso implica, que recupera las cámaras fijas de antaño y suma detalles como la banda sonora compuesta por Akira Yamaoka, con voces de Mary Elizabeth McGlynn, la dupla que musicalizó Silent Hill. Se nota que Bloober Team ama el terror y The Medium tiene muchos detalles queribles. La atmósfera y las mecánicas originales son el punto fuerte. Pero la historia que pierde fuerza y que incluso llega a ser confusa, sumada a la excesiva linealidad y el diseño de las persecuciones hará las delicias de los fans del género.