La temporada de MotoGP 21 ya ha comenzado y el estudio italiano Milestone no falta a su cita anual con el paddock virtual para ofrecernos la nueva entrega del simulador oficial del Campeonato del Mundo de Motociclismo. Así, podemos disfrutar de todos los pilotos y circuitos oficiales de MotoGP, Moto2, Moto3, MotoE y hasta la Red Bull Rookies Cup. Los amantes del mayor espectáculo sobre dos ruedas también agradecerán la inclusión de más de 40 pilotos clásicos como Max Biaggi, Doohan, Dani Pedrosa, Alex Crivillé, varias versiones del mejor Rossi o Casey Stoner, entre otros. Todo ello por primera vez en PlayStation 5.
En esta nueva entrega el mayor cambio jugable es el control de la temperatura de los frenos de disco. Escoger el tamaño de discos apropiado para cada tipo de circuito es esencial para que respondan de la forma ideal, evitar pasarnos de frenada y realizar trazadas que vayan sumando demasiados segundos a nuestro crono. Esta novedad se suma al ya clásico control de combustible, al desgaste de neumáticos y la posibilidad de modificar varios parámetros en mitad de la carrera, como nuestro mapa de potencia o la electrónica. La penalización de vuelta larga es otro de los añadidos más interesantes de MotoGP 21. Si soltamos el embrague demasiado pronto en la salida o nos salimos del circuito para atajar en demasiadas ocasiones nos castigarán con esta penalización. Se traduce en que tendremos que utilizar una zona de escapada en alguna de las curvas del circuito siguiendo un pequeño carril del que no debemos salirnos.
La última novedad destacable son las caídas manuales sin reaparición automática. Hasta la fecha, cuando te caías de la moto aparecías de nuevo en mitad del circuito a los pocos segundos y sin más problemas. Ahora, sin embargo, tenemos que controlar a nuestro piloto y llevarlo corriendo hasta la moto para que la levante y se vuelva a subir en ella. Es una cuestión que añade más realismo al conjunto, sin duda, pero a nivel jugable no tiene ningún sentido. Se pierden tantos segundos que resulta completamente imposible recuperar posiciones en la carrera incluso completando varias vueltas perfectas tras la caída. Además, una vez producido el batacazo ya no podemos rebobinar hasta antes de la caída, por lo que el castigo es demasiado duro. Así, al final es algo que vemos una vez y que rápidamente desactivamos para evitar acabar últimos en todas las carreras porque MotoGP 21 es un juego muy exigente y te vas a caer con frecuencia.
Sin embargo, la sensación que hemos tenido en todo momento es la de estar jugando más a una actualización de plantillas y circuitos que a una verdadera nueva entrega. Como decimos, no es un pecado exclusivo de MotoGP 21. Le pasa a todos los juegos deportivos, que viven ciclos de varios años lanzando juegos muy similares hasta que se produce un auténtico salto que será el modelo que copiarán en años venideros.
MotoGP 21 es un juego sobresaliente para los fans de la saga. Se van añadiendo pequeñas novedades que todos los que dediquen varios meses a jugarlo seguro que agradecen, pero es poca cosa para los jugadores menos acérrimos. Un buen ejemplo sería el modo Carrera, en el que podemos crear nuestro piloto y equipo e ir escalando desde los bajos fondos de la competición hasta coronarnos como campeones de MotoGP. El modo es clavado al del año pasado. Ni siquiera han cambiado de forma apreciable la interfaz, por lo que todos los que jugaran MotoGP 20 creerán que siguen haciéndolo con esta nueva entrega.
Siempre queda esa sensación que Milestone no termina de sacar todo el partido posible a una licencia tan jugosa como la de MotoGP para ofrecernos un título que nos sumerja a fondo en la competición más importante del mundo del motociclismo. Resulta comprensible que se centren en el apartado de la jugabilidad, ya que es lo realmente importante y ahí desde luego que llevan varios años haciendo un trabajo muy notable. Pero ya que eso lo tienen bajo control y que cada nueva entrega sólo realiza pequeños retoques, tal vez deberían centrarse en mejorar la representación de la competición y el espectáculo que la rodea.
No acabamos de entender cómo los comentaristas en perfecto castellano, sólo hablan al principio y al final de las carreras con la emoción que podrían añadir al transcurso de las mismas narrando los adelantamientos, caídas y demás. Lo mismo sucede con la vida de nuestro piloto, que podría estar mucho más aderezada con momentos fuera de la pista o los piques con otros pilotos y la prensa como sí hacen otras sagas deportivas como F1 2020, NBA 2K o FIFA.
Esta entrega, además, supone el estreno de la saga en consolas de nueva generación y la verdad es que el resultado es bastante bueno. En PS5 podemos disfrutarlo con resolución dinámica 4K y a 60 fotogramas por segundo. También se aprecian ligeras mejoras en la iluminación o los efectos climáticos, pero realmente hay que sacar la lupa para apreciarlos. Quizás lo que más nos ha gustado es la implementación del mando DualSense de PS5 y sus gatillos adaptativos, que nos permiten regular con mucha más precisión la aceleración al salir de las curvas evitando así los patinazos que, si acelerásemos a tope, acabarían con nuestro piloto besando el asfalto.
En definitiva, MotoGP 21 resulta ser sin ningún género de dudas un simulador muy notable en todos los aspectos jugables, que al final es lo que verdaderamente importa y lo que te hace seguir echándole horas pasada la emoción inicial del lanzamiento. Añadidos como la gestión de los discos de freno hacen que las carreras sean todavía más realistas, pero no podemos desprendernos de la sensación de estar jugando a una entrega excesivamente similar a la del año pasado.