Después de disfrutar de Gran Turismo Sport en PS4, un juego con unos números más discretos – especialmente de lanzamiento, luego la cosa fue creciendo y llegó a cifras mucho más aceptables – GT7 arranca sin miramientos, con 420 coches y 90 pistas así de entrada… y las que quedan por llegar.
Y es que el título, como ya veremos, está muy orientado a seguir sumando, a seguir ampliando su leyenda mientras celebra el 25 aniversario de una saga que le ha dado tanto al seguidor del motor, al fanático de la conducción.
El GT Café es el equivalente a una Campaña, una cafetería donde acudiremos en busca de “menús”, retos o misiones que nos irán dejando distintos personajes, las primeras como excusa para ir descubriendo los distintos modos (consigue estos tres compactos japoneses, mejora tal coche, lávalo…) y que más adelante se tornarán en auténticos retos en los que el dinero será un problema.
No esperéis que Gran Turismo 7 nos lo va a dar todo desde un principio. Aquí hay mucho que desbloquear, muchos kilómetros que recorrer y muchos coches que adelantar para ir desbloqueando pistas, campeonatos, coches y mejoras. En ocasiones nos veremos midiendo mucho el dinero para ver cómo mejoramos ese Mini Cooper para competir en una categoría concreta o ahorramos algo más para lanzarnos a un campeonato GT3.
En el GT Café encontraremos personajes que nos hablarán sobre los diferentes “coches del menú”, ese trasfondo de cultura del automóvil está muy presente a lo largo del juego, y si lo sumamos a los diferentes vídeos y visitas a museos de las marcas aumentaremos en gran medida nuestro conocimiento de la historia del motor. GT Café está pensado como un modo relajante, destinado a los que quieren aprender sobre Gran Turismo, sin prisa.
Bueno, si solo te interesa correr muchas explicaciones te sobrarán – aunque la mayoría te las puedes saltar – y es cierto que a veces el juego te obliga a dar varios saltos por ese “mapa-menú” para cumplir con los requisitos, y habrá quien eche en falta un acceso directo en plan “coge tal coche, botón para mejorarlo automáticamente hasta el límite, iniciar carrera”. A mi particularmente no me ha molestado, pero si eres un impaciente tal vez sí te incomode un poco.
Dejando de lado el GT Café, que como digo nos irá invitando a conocer el resto de lugares del mapa, encontraremos una variedad de menús con distintas opciones para descubrir y pasar tiempo.
Tendremos el clásico Centro de licencias, lugar donde podremos ir superando pruebas para acceder a los distintos carnets, todo un clásico que repite y sirve no solo para mejorar nuestra técnica y conocer los distintos “trucos” para ser más competitivos, también para encontrarnos con varias de las estrellas reales de los eSports dándonos consejos y dejándonos competir contra sus avatares.
Esto particularmente me parece una idea magnífica, fundir así el mundo del deporte competitivo dentro del propio juego, ver a los pilotos ahí… menuda motivación más grande para el que quiera dedicarse al mundo competitivo, pensar que un día pueden incluirle en su juego favorito.
Encontraremos también un concesionario de coches nuevos (El Brand Central, solo desde 2001 en adelante) y también de segunda mano, que conviene visitar a menudo porque solo ahí podremos hacernos con auténticos clásicos y encontrar alguna ganga. A los coches en GT Auto les pondremos lavar, cambiar el aceite, hacerles una puesta a punto completa… incluso ensanchar si queremos.
Una de las novedades de este Gran Turismo 7 es el Music Rally, que sustituye el habitual Contrarreloj cambiando el crono por una canción con sus tempos, y donde competiremos al ritmo de música rock, electrónica o música clásica. Me he divertido con él, es un modo que apetece probar, donde conduces y disfrutas de la música.
Este mismo concepto se ha incluido en el Music Replay, donde las canciones que van sonando en las repeticiones se sincronizan con los cambios de cámara de manera perfecta, lo que sumado a la belleza de los gráficos hace que nos quedemos más de una vez embobados mirando una carrera entera repetida.
No me olvido del Garage y de las diferentes opciones de “tuneo”, pues como digo a menudo pasaremos nuestro buen rato modificando los coches para adaptarlos a las distintas pruebas. Para mi es uno de los puntos fuertes que tiene GT7, el no tener que comprar un determinado vehículo, coger nuestro querido Ford Focus, empezar a comprar piezas de competición (amortiguadores, pedales, neumáticos, caja de cambio y un largo etc.) aumentando su nivel y conseguir que compita de tú a tú con Porsche y Ferrari. Incluso podemos reducir su categoría añadiendo contrapesos o diferentes modificaciones para usarlo en todo tipo de pruebas.
¿Y visualmente? También contaremos con una buena selección de piezas de tuning (alerones, bajos, llantas…) y un editor de capas para darle nuestro toque personal al coche. Por supuesto aquí la comunidad tiene mucho que decir, podremos compartir nuestras creaciones y descargar las de los demás, ya en GT Sports se veían auténticas maravillas y en GT7 no va a ser menos.
Termino con Scapes, una auténtica gozada para los amantes de la fotografía, un lugar donde encontraremos más de 2500 localizaciones, muchas de ellas espectaculares, y podremos situar uno o varios de los coches que tengamos en el garaje, girarlos, encender sus focos, aplicarles lluvia, polvo en las llantas, abollar su carrocería, aplicar todo tipo de filtros, jugar con la velocidad de obturación, el enfoque… una locura que puede dar auténticas fotos de museo. Simplemente pasaros estos días por las redes sociales y comprobaréis lo mucho que puede dar de sí este modo.
Además Scapes se ve beneficiado del Ray Tracing, al igual que el propio modo foto que podemos activar durante la carrera. Son modos con los que a lo tonto te puedes tirar horas y horas y que ofrecen unas capturas espectaculares.
Después de la experiencia con Gran Turismo Sport y su visión tan próxima al modo en línea, quería saber cómo iba a afrontar Gran Turismo 7 en online, si lo iba a dejar un poco de lado o tendría también su importancia.
Afortunadamente ha resultado lo segundo. El modo Sport repite con sus categorías, sus partidas clasificatorias (donde se mide resultado y limpieza al volante), su política de penalizaciones por golpes, no solo mientras estamos corriendo reduciendo nuestra velocidad o aplicándonos tiempos extra, también a la hora de reflejarlo en nuestra propia reputación. Lo que otros juegos apenas cuidan convirtiendo sus partidas en línea en el Salvaje Oeste, aquí se nota que está más cuidado y realmente podemos encontrar partidas donde la gente trata de competir de manera limpia… y eso es un gustazo.
Encontraremos carreras diarias, campeonatos semanales, de fin de semana, cada uno con sus propios objetivos, pistas y vehículos. Veremos cómo evoluciona con el tiempo, pero vistos los precedentes, si queréis jugar en línea aquí tendréis diversión para rato.
Tampoco faltan las distintas modalidades en línea habituales, donde podremos crear salas personalizadas, elegir pista, coches, condiciones climáticas y correr en línea o de forma local con pantalla partida, otra cosa que se agradece.
Si hablamos de Gran Turismo hablamos de competición. Solo hay que ver la vertiente competitiva que ha tenido GT Sports, uno de los juegos más en forma en el panorama eSports, basta con ver la cantidad de pilotos profesionales que lo juegan, o que algunos pilotos virtuales de Gran Turismo han acabado haciendo su carrera como pilotos profesionales en el mundo real para darnos cuenta que estamos ante un SIMULADOR DE CONDUCCIÓN en mayúsculas.
El juego es una gozada para los que nos gusta conducir, y aunque siempre se disfruta mucho con un volante, hay que decir que estamos ante el título, junto con ASTROBOT, que mejor aprovecha las características del DualSense.
Con el mando de PS5 sentiremos las imperfecciones de la pista, notaremos cuando la rueda se sube a un piano o el coche entra en una zona de grava. Siempre pensé que la vibración háptica se notaría más que nunca en juegos como Gran Turismo y no me equivocaba. Unido a las diferentes resistencias de los gatillos adaptativos y al uso del altavoz del mando diré que la experiencia sube muchísimos enteros en PS5 respecto a PS4 solo por el Dualsense. Unido a la buena sensación que dan los sticks manejando el volante, nunca un Gran Turismo se había controlado mejor con un mando y había resultado tan satisfactorio.
A nivel de físicas se nota que en Polyphony son unos perfeccionistas. De nuevo podemos ajustar todo tipo de parámetros para personalizar nuestra experiencia, añadirle sistemas de ayuda a la tracción y la frenada, poner o quitar trazadas ideales y avisos de frenada, etc. La colaboración con Michelin y con expertos pilotos como Lewis Hamilton ayuda a que los neumáticos se comporten mejor que nunca, y aspectos como correr en lluvia y notar que el coche se comporta distinto si nos salimos de el trazo más seco y transitado es algo que se nota.
Precisamente el asunto de la climatología es interesante y le aporta variedad al juego. Al ser el tiempo dinámico podemos empezar una carrera de noche y terminarla al amanecer, nos puede caer una lluvia intensa que luego se corte y vaya secándose la pista, incluso se ha simulado la formación de nubes y los diferentes climas y probabilidades de lluvia en función de la zona para que sea distinto en Tokyo o en California.
¿Lo negativo? Bueno, los choques como decía siguen siendo algo irregulares, esa sensación de bloques de hielo chocando, y me siguen faltando más variedad de cámaras, especialmente exteriores, porque la interior la puedes regular incluso en altura y posición. Está claro que los creadores piensan que la mejor manera de disfrutar de GT7 es desde dentro, y la vista exterior sigue notándose rara, como si el coche estuviese parado y todo lo demás se mueve.
En cualquier caso ya digo, que las sensaciones son magníficas en general, con una IA competente que nos pondrá las cosas difíciles, aunque lógicamente no puede competir con las carreras contra otros humanos y tal vez peque de ser muy poco agresiva por momentos, así sí la noto un poco mejor que la de GT Sports.
En primer lugar está claro que un juego que luce a 4K y 60 fps y que ofrece un mayor nivel de detalle en texturas, sombras, elementos, iluminación y un largo etcétera respecto a Gran Turismo Sport no se le puede decir nada negativo. Hay evolución gráfica y es evidente. El título nos ofrece la posibilidad de activar el Ray Tracing en algunos menús, las repeticiones, el modo Scapes y por supuesto cuando nos muestran de cerca los coches y podemos apreciar ese increíble nivel de detalle en unos modelos que lucen totalmente fotorrealistas. Si lo desactivamos podremos tener repeticiones a 60 fps, aunque particularmente no me parece tan importante esa velocidad de fotogramas a la hora de ver algo repetido.
Es una pena no tener Ray Tracing y 60 fps ingame, o que Polyphony no haya ofrecido alguna opción de 4K reescalado para llegar a esos dos objetivos, pero me parecería indispensable que el juego siempre corriese a 60 frames.
Este tipo de simuladores tienen difícil lucir gráficamente tan bien como un juego de corte más arcade como Forza Horizon 5, y compararlos a nivel gráfico es injusto. Seguramente la cantidad de recursos que usa GT7 para calcular físicas no tiene nada que ver con la que utilizan otros títulos, pero eso es algo que los ojos no pueden ver.
Esta claro que en determinadas condiciones de luz (atardecer, amanecer) o de clima (con lluvia) todo siempre luce más espectacular, pero también habrá pistas donde apenas notemos evolución respecto a GT Sports.
Si hablamos del sonido lógicamente el audio 3D vale mucho la pena disfrutarlo con unos cascos para que sintamos de dónde nos vienen los vehículos, y el título vuelve a contar con un buen nivel representando de forma distinta los sonidos de los motores de los diferentes modelos, los derrapes, los choques y demás. Quizás siga pecando de contundencia en algunos choques… está claro que a Kazunori y su equipo no le gusta que golpeemos eso que tanto aman.
Finalmente comentar que en PS5 otra gran ventaja respecto a la versión de PS4 son los tiempos de carga, pues rara vez superan los dos segundos y esa inmediatez es una gozada frente a los 35-45 segundos de espera en PlayStation 4.
En definitiva, Gran Turismo 7 es un gran viaje por la historia del automovilismo, una experiencia para los sentidos que cualquier fan del mundo del motor disfrutará, hecha por y para aficionados a los coches, algo que se desprende en cada detalle de la obra.