Año tras año, Activision tiene en Call of Duty su lanzamiento más importante, pero también su mayor responsabilidad. El veterano título bélico debe contentar por igual tanto a sus fans más convencionales, aquellos que buscan una campaña interesante, como a los muchos usuarios apasionados de su multijugador. Todo ello sin mostrar signos de demasiada fatiga e intentando encontrar un equilibrio en su propuesta.
Como ya sabíamos, en COD WWII el estudio Sledgehammer Games ha optado por regresar a la Segunda Guerra Mundial. Es decir, al conflicto bélico que fuera el punto de partida de la franquicia y que tantos buenos momentos le diera en el pasado. Después de varios años apostando por los conflictos modernos y futuristas, Call of Duty ha decidido volver a casa, retornar a las raíces.
Si algo ha demostrado la saga Star Wars Battlefront, es que no todo en esta vida depende del multijugador. De hecho, la gran mayoría de grandes títulos de esta última recta del año son experiencias individuales, como Assassin’s Creed Origins o Wolfenstein The New Colossus. Y la segunda parte del juego inspirado en La Guerra de las Galaxias ha rectificado e incluido campaña por petición popular, cosa que no hizo con el primero. Conscientes de ello, Activision también ha decidido cuidar la historia de Call of Duty WWII.
Tal y como se venía anunciando, Activision ha logrado que la inspiración del juego resulte muy convincente y recree con acierto una de las mayores luchas de todos los tiempos. Es más, la campaña de Call of Duty WWII, dividida en diez misiones, profundiza en las relaciones entre los miembros de un pelotón y sus experiencias humanas, con la vista puesta en producciones como Salvar al Soldado Ryan. Con desembarco de Normandía incluido. En este sentido, el título sabe pasar página a los juegos genéricos en los que los compañeros no pintan nada a la hora de la verdad.
También conviene destacar la considerable variedad del desarrollo individual durante las seis horas que dura aproximadamente la campaña (dependiendo, lógicamente, de la habilidad de cada jugador y, sobre todo, del nivel de dificultad que se seleccione). En él no faltan los momentos a bordo de vehículos, los cambios de personaje ni esos momentos espectaculares tan marca de la casa.
Pero lo que sí es cierto es que Activision ha sabido escuchar a los fans. Call of Duty WWII es el juego que más recuerda a los clásicos, e incluso se ha apostado por un sistema de salud más convencional que la regeneración automática mayoritaria en los juegos de acción.
Una vez repasado todo lo que nos ofrece la campaña, pasamos al modo que más destaca dentro de Call of Duty, es decir su componente multijugador. En este sentido, conviene dejar claro que la serie ha sabido dar un paso atrás para continuar hacia adelante. ¿Qué quiere decir esto? Pues que, como era de esperar, el juego ha dejado de lado los saltos imposibles y los movimientos verticales del anterior Infinite Warfare para volver a una guerra más realista. Los soldados, aun con sus habituales posibilidades de personalización, no resultan tan fantásticos como antes. Y algo similar sucede con las armas y el diseño de los mapas, lógicamente.
En líneas generales los veteranos de Call of Duty notarán que el sistema multijugador competitivo del título conserva sus bases. Quizá todo se haya simplificado un poco, pero los modificadores, las rachas de bajas, etcétera, continúan en la misma línea de siempre, aunque apostando algo más por el juego en equipo.
A los típicos modos de juego Buscar y destruir o Capturar la bandera hay también que sumarles el nuevo modo Guerra, que aporta algo más de variedad al conjunto con objetivos variados en luchas de seis contra seis, y que, por el momento, presenta tres mapas en los que jugar.
Por supuesto, también se ha incluido en Call of Duty WWII su ya imprescindible modo Zombies, que también presenta novedades. La evolución principal dentro de este apartado con muertos vivientes de por medio se encuentra en la incorporación de distintas clases, además de poder personalizar el equipo.
No obstante, Call of Duty WWII continúa presentando un gran nivel de producción, como viene siendo tradición en todos los lanzamientos de la saga. La gran calidad del título se puede apreciar en muchos aspectos, como las fantásticas animaciones de los personajes, los cuidados escenarios llenos de detalle o la espectacular banda sonora.
En conclusión, podemos asegurar sin ningún tipo de duda, que Call of Duty WWII supone un gran regreso a la Segunda Guerra Mundial. Su significativo cambio de tercio con respecto a las anteriores y futuristas propuestas se ve potenciado por una emotiva y lograda campaña o un mejorado modo Zombies que, sin duda, lo convierten en una de las mejores entregas de los últimos años.